Hacía mucho, mucho tiempo que no salía a merendar con papá. Esta vez, elegí yo el lugar: Mark's Deli & Coffee. Solo había visitado una vez el local de Palermo, durante una cena con mi amiga Sil (que moría por una ensalada y sabía que allí hacen unas enormes y geniales). Pero esta oportunidad era perfecta para conocer las meriendas que, según cuentan los que saben, recuerda a las exquisiteces neoyorquinas.
El lugar es precioso. Hay algunas mesas en la vereda y otras en el pequeño deck que, además, tiene unas increíbles estufas que mantienen ese espacio en perfectas condiciones incluso en invierno. Apenas entramos, nos encontramos con el menú en una pizzarra grande que acelera el proceso de elección de las exquisiteces que se van a probar. Hay sandwiches, ensaladas (aquella vez que fui con Sil, yo pedí una Del Campo y ella una Caesar sin Pollo), muffins, cookies, budines, tortas, smoothies, iced coffees, licuados de temporada y muchísimo más. Nosotros nos sentamos y pedimos sin titubear.